En 2016, siendo Secretario de Desarrollo Económico de Campeche, tuve la oportunidad de encabezar un proyecto que marcaría un antes y un después en la manera de planear el crecimiento de Ciudad del Carmen: el Programa de Apoyo al Desarrollo Económico Local (PADEL), desarrollado junto al WRI México y con el apoyo de la Embajada Británica.
Recuerdo claramente el contexto: Carmen, motor petrolero de México desde los años setenta, enfrentaba el declive de la producción de hidrocarburos y la urgencia de diversificar su economía. La pregunta era inevitable: ¿cómo transformar esa dependencia en nuevas oportunidades de desarrollo?
Con el PADEL, impulsamos un modelo de planeación participativa que reunió a más de 120 actores locales, entre empresarios, académicos, organizaciones sociales y dependencias de gobierno. Fue un ejercicio inédito que nos permitió construir diagnósticos, identificar debilidades y proponer estrategias concretas en temas como movilidad, desarrollo urbano, innovación, emprendimiento, medio ambiente y competitividad económica.
Uno de los grandes logros fue sentar a la mesa a sectores que antes caminaban por separado: desde proveedores de la industria petrolera, hasta organizaciones civiles, universidades y agencias internacionales. Además, planteamos objetivos ambiciosos: diversificar la economía local, aprovechar de manera más eficiente los recursos de la industria energética y abrir espacios para nuevas actividades productivas, reduciendo la vulnerabilidad de Carmen frente a los vaivenes del petróleo.
Hoy, al mirar atrás, me enorgullece haber contribuido desde la Secretaría de Desarrollo Económico a posicionar a Ciudad del Carmen en la agenda nacional e internacional como un referente de planeación y resiliencia económica. Como José Domingo Berzunza Espínola (Pepe Berzunza), estoy convencido de que este esfuerzo sembró las bases para un desarrollo regional más sostenible, incluyente y competitivo.
El documento PADEL Ciudad del Carmen se comparte en este espacio por ser de carácter público, con fines académicos y de divulgación. Su propósito es enriquecer el diseño y la elaboración de políticas públicas para la Isla, fortaleciendo la reflexión colectiva y la construcción de estrategias que impulsen un desarrollo regional más sostenible y competitivo.
