Artículo sobre Dani Rodrik, desarrollo económico y aprendizaje institucional inspirado en la experiencia directa de Pepe Berzunza como alumno de Rodrik en la Harvard Kennedy School. Un análisis práctico sobre cómo aplicar sus ideas en México y en el desarrollo local.

El desarrollo económico no es una fórmula universal ni una ecuación estática. Es un proceso vivo, contextual y profundamente humano. Entre las voces que han marcado esta visión, pocas han sido tan influyentes y necesarias como la de Dani Rodrik, profesor de la Harvard Kennedy School y uno de los economistas más lúcidos de nuestra época.
Tuve el privilegio de aprender directamente de él durante mi posgrado en Harvard, una experiencia que transformó mi manera de comprender la economía, las políticas públicas y, sobre todo, la compleja tarea de construir instituciones capaces de generar bienestar. Este artículo es al mismo tiempo una reflexión sobre sus ideas y un testimonio personal del impacto que tienen en la práctica del gobierno y del desarrollo productivo.
1. El pensamiento de Dani Rodrik: la economía que reconoce la realidad
Dani Rodrik ha construido toda una corriente de pensamiento basada en una idea esencial:
No existe una receta universal para el desarrollo económico.
Cada país —y por extensión, cada estado, región o ciudad— debe diseñar su propio camino, acorde con sus capacidades institucionales, su historia productiva y sus realidades sociales. Frente a la visión tradicional que propone paquetes “listos para implementar”, Rodrik plantea un enfoque pragmático, flexible y profundamente contextual.
Sus aportes clave incluyen:
a) La primacía de las instituciones
Para Rodrik, el desarrollo no depende solo de políticas correctas, sino de instituciones capaces de ejecutarlas, ajustarlas y sostenerlas.
La capacidad institucional es, por sí misma, una política de desarrollo.
b) El diagnóstico antes que las recetas
Un país no debe copiar modelos externos: debe entender sus propios cuellos de botella.
Primero se diagnostica, después se actúa.
c) El aprendizaje como motor del desarrollo
Las reformas exitosas no son eventos, sino procesos. Se prueban, se ajustan y evolucionan.
El Estado debe aprender haciendo.
d) Flexibilidad y pragmatismo
Rodrik rompe con los dogmas. Su enfoque acepta la complejidad real, la política, la cultura, la incertidumbre y las capacidades limitadas como parte del diseño de políticas.
e) El valor del know-how productivo y la complejidad
El desarrollo se acelera cuando las regiones construyen nuevas capacidades productivas y diversifican sus actividades económicas.
El conocimiento distribuido en la sociedad es la verdadera riqueza de una economía.
2. Mi experiencia en Harvard: aprender con Rodrik desde adentro
Tener a Dani Rodrik como profesor no es solamente escuchar teoría: es presenciar cómo el pensamiento económico se adapta a los desafíos reales.
Lo recuerdo claro: cada clase era un ejercicio de rigor, humildad intelectual y apertura a la evidencia.
Lo que más me marcó de su método:
- Su capacidad para simplificar sin perder profundidad.
Convertía problemas globales en ejemplos claros y accionables. - Su insistencia en cuestionarlo todo.
No aceptaba respuestas automáticas ni dogmas; quería pensamiento crítico. - Su sensibilidad hacia los contextos locales.
Entendía México, América Latina, Asia o África no como abstracciones, sino como realidades específicas. - Su respeto por la política como parte esencial del desarrollo.
Nunca cayó en la trampa tecnocrática de pensar que la economía está aislada de la política. - Su enfoque ético.
Para Rodrik, el desarrollo es un medio para expandir capacidades humanas, no para maximizar indicadores.
En Harvard aprendí que el verdadero liderazgo económico no consiste en imponer modelos, sino en construir soluciones con la gente, desde el territorio y a partir de capacidades reales.
3. Rodrik en la práctica: cómo aplico sus enseñanzas en mi trabajo público y profesional
Mi trayectoria en políticas de desarrollo económico —desde Consume Campeche hasta proyectos de complejidad productiva, Economía de Barrio, reactivación económica y fortalecimiento institucional— se ha nutrido profundamente de las ideas de Rodrik.
a) Diagnosticar antes de diseñar
Antes de proponer políticas, analizamos capacidades productivas, cadenas de valor, entorno institucional y barreras reales.
b) Construir sobre lo que ya funciona
Rodrik insiste en comenzar con las fortalezas existentes.
En Campeche esto significó potenciar sectores emergentes, comercio local, talento emprendedor y clusters ligeros.
c) Iniciar reformas posibles, no perfectas
Los cambios auténticos empiezan con pasos alcanzables, que luego se escalan.
Así nació Economía de Barrio: pequeños pilotos que crecieron hasta volverse política urbana.
d) Fomentar know-how y complejidad económica
Siguiendo la visión de Rodrik y Hausmann, apostamos por ampliar las capacidades productivas locales: manufacturas ligeras, servicios digitales, gastronomía, turismo, logística, economía creativa.
e) Crear instituciones que aprendan
Lo esencial no es crear leyes o decretos, sino mecanismos que generen aprendizaje:
monitoreo, ajustes, retroalimentación, gobernanza compartida.
Esa es la esencia del desarrollo según Rodrik: instituciones que mejoran con el uso.
4. Por qué las ideas de Rodrik son cruciales para México y para las ciudades del siglo XXI
México vive una realidad heterogénea, compleja y profundamente diversa.
Las políticas no pueden seguir pensándose en clave nacional, sino local.
Rodrik ofrece un marco ideal porque:
- Reconoce que cada territorio requiere estrategias propias.
- Permite combinar teoría con realidad política.
- Apoya intervenciones flexibles, graduales y realistas.
- Enfatiza la importancia de las capacidades estatales municipales y estatales.
- Se alinea con la visión moderna del desarrollo territorial basada en complejidad económica.
Sus ideas permiten construir un nuevo modelo de desarrollo mexicano:
más local, más pragmático, más humano y más conectado con el talento real de nuestras comunidades.
5. Conclusión: Dani Rodrik y la economía que sirve a la gente
Aprender con Dani Rodrik en Harvard fue una de las experiencias intelectuales más determinantes de mi vida profesional.
Me enseñó que:
- el desarrollo no se copia,
- las instituciones deben aprender,
- el conocimiento productivo es la nueva infraestructura,
- y que las soluciones auténticas nacen del territorio.
Hoy, desde mi trabajo académico, consultivo y en el diseño de políticas públicas, sigo aplicando ese enfoque:
conectar teoría y práctica para construir economías locales más fuertes, inclusivas y sostenibles.5. Conclusión: Dani Rodrik y la economía que sirve a la gente
Aprender con Dani Rodrik en Harvard fue una de las experiencias intelectuales más determinantes de mi vida profesional.
Me enseñó que:
- el desarrollo no se copia,
- las instituciones deben aprender,
- el conocimiento productivo es la nueva infraestructura,
- y que las soluciones auténticas nacen del territorio.
Hoy, desde mi trabajo académico, consultivo y en el diseño de políticas públicas, sigo aplicando ese enfoque:
conectar teoría y práctica para construir economías locales más fuertes, inclusivas y sostenibles.




